Qué ver y hacer en Madeira en 3, 5 y 7 días: Itinerarios completos

Madeira es un archipiélago en el océano Atlántico, conocido por su belleza natural y clima agradable. Este artículo ofrece itinerarios de tres, cinco y siete días para explorar lo mejor de la isla. Desde paisajes deslumbrantes hasta una rica cultura, Madeira ofrece actividades para todos los gustos. Los itinerarios propuestos incluyen las principales atracciones y experiencias que se pueden disfrutar en cada visita.

Madeira es una isla de contrastes, donde la naturaleza exuberante, la historia y la cultura se combinan para ofrecer una experiencia única. Con paisajes que van desde impresionantes acantilados hasta bosques de laurisilva, la isla es un destino ideal para todo tipo de viajeros. 

Ya sea que dispongas de pocos días o de una semana completa, Madeira tiene mucho que ofrecer: senderismo por sus famosas levadas, miradores con vistas espectaculares, encantadores pueblos costeros y una gastronomía que conquista los sentidos. Descubre qué ver y hacer en Madeira en 3, 5 y 7 días con estos itinerarios completos.

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Datos Básicos sobre Madeira

Conocer algunos aspectos fundamentales sobre Madeira facilitará la planificación del viaje. La isla, con su clima suave y sus bellos paisajes, es un destino que combina naturaleza, cultura y aventura.

Vista de la isla de madeira

Clima y Mejor Época para Visitar

Madeira tiene un clima templado y suave durante todo el año. Las temperaturas varían según la altitud, pero en general oscilan entre los 15 y 25 grados Celsius. Esto permite disfrutar de actividades al aire libre prácticamente en cualquier momento.

Los meses más cálidos son julio y agosto, cuando la afluencia de turistas es elevada. Sin embargo, la primavera (de marzo a junio) y el otoño (de septiembre a noviembre) son considerados los mejores momentos para visitar. En estos períodos las temperaturas son agradables y las multitudes son menores, lo que permite explorar la isla con mayor tranquilidad.

Idioma y Moneda

El idioma oficial de Madeira es el portugués. No obstante, en zonas turísticas, es habitual encontrar personas que hablan inglés y, en menor medida, español, lo que facilita la comunicación para los visitantes.

La moneda utilizada en Madeira es el euro (€). En general, se puede utilizar tarjeta de crédito en la mayoría de los establecimientos, aunque es recomendable llevar algo de efectivo para pequeñas compras o en lugares más remotos.

Movilidad y Transporte

Para explorar Madeira de manera efectiva, alquilar un coche es la opción más recomendada. Esto proporciona flexibilidad y comodidad, especialmente en regiones donde el transporte público es escaso. No obstante, existen autobuses que conectan las principales ciudades y zonas turísticas, ideales para quienes prefieren no conducir.

Las carreteras en Madeira son montañosas y, a veces, estrechas. Es fundamental tener precaución al conducir, sobre todo si no se tiene experiencia en este tipo de vías. Muchos visitantes optan por tours organizados que ofrecen traslados a los principales puntos de interés, permitiendo disfrutar del paisaje sin preocupaciones.

  • Consulta mapas y aplicaciones de navegación para evitar perderse.
  • Ten en cuenta que puede haber tráfico en los destinos más turísticos.
  • Respeta las normas de tráfico y limitaciones de velocidad, que pueden variar considerablemente.
  • Los taxis son disponibles, aunque pueden resultar costosos.
  • Los autobuses ofrecen una solución más económica, pero con horarios limitados.
  • Para aventuras en la naturaleza, existen servicios de excursiones guiadas por senderos e itinerarios rurales.

Qué ver y hacer en Madeira en 3 días

Madeira ofrece una variedad de actividades y lugares emblemáticos que se pueden explorar en un corto período de tiempo. Este itinerario de tres días permite disfrutar de lo mejor de la isla, combinando la belleza natural y la rica cultura local.

Vista de Funchal en la isla de Madeira, uno de los mejores pueblos

Día 1: Funchal y sus alrededores

El primer día comienza con un agradable paseo por la Avenida do Mar, un lugar que ofrece magníficas vistas al océano Atlántico y es ideal para disfrutar de un ambiente relajante. A lo largo de esta avenida, se pueden observar las coloridas barcas de pescadores y las vibrantes flores de la isla. Varias terrazas y cafés invitan a disfrutar de un café mientras se contempla el paisaje.

Continúa la aventura con una visita al Mercado dos Lavradores, un lugar emblemático de Funchal. Este mercado destaca por su variedad de productos locales, incluyendo frutas tropicales, verduras frescas, pescado y flores. Es un sitio excelente para degustar la gastronomía madeirense, donde los aromas y colores se mezclan en una experiencia sensorial única. Se recomienda probar algunos de los productos típicos, como la poncha, un cóctel local, o los pasteles de nata.

Después de explorar el mercado, es el momento de subir al barrio de Monte en teleférico. Esta experiencia no solo permite disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad, sino que también lleva a un encantador jardín botánico. Al llegar a Monte, se puede visitar la Capilla de Nossa Senhora do Monte, un lugar de gran valor histórico y religioso.

Para concluir el día, disfrutar de una cena en uno de los muchos restaurantes de Funchal. Se recomienda probar la ‘espetada’, un plato típico que consiste en carne de res en brochetas, acompañado de la deliciosa y famosa vino de Madeira. Este es un momento perfecto para relajarse tras un día de exploración y disfrutar de la animada atmósfera de la ciudad.

Vista aérea de Camara de Lobos, uno de los mejores pueblos de Madeira

Día 2: Ruta por el sur de Madeira

El segundo día comienza con una visita al pintoresco pueblo de Câmara de Lobos. Este encantador lugar es famoso por su colorido puerto pesquero y sus vistas impresionantes. En Cámara de Lobos, los visitantes pueden disfrutar de un café o un vaso de vino en alguna de las terrazas locales, donde los lugareños suelen pasar el tiempo.

La siguiente parada es el Mirador de Cabo Girão, uno de los puntos más altos de Europa. Desde este mirador, se puede apreciar una vista extraordinaria de los acantilados que caen al mar. Las vistas son especialmente impresionantes y ofrecen una magnífica oportunidad para fotografía.

Después de disfrutar del mirador, la ruta continúa con una caminata por la Levada das 25 Fontes, un sendero famoso por su belleza natural y sus numerosas cascadas. Este recorrido es asequible para la mayoría de los visitantes y permite apreciar la exquisita flora de Madeira en un entorno sereno. Su diversidad de paisajes y sonidos de la naturaleza hacen de esta experiencia algo inolvidable.

Al finalizar el recorrido, es posible regresar a Funchal para descansar y disfrutar de una cena en un lugar con vistas al mar. Esta cena puede ser una oportunidad para hacer un balance del día lleno de actividades y disfrutar de la cocina local bajo el cielo estrellado de Madeira.

Piscinas de Porto Moniz, uno de los mejores pueblos en Madeira

Día 3: Noroeste de la isla

En el tercer día, la jornada comienza en las Piscinas Naturales de Porto Moniz, formadas por la lava volcánica y alimentadas por el océano. Estos pozos de agua cristalina son perfectos para un baño refrescante y ofrecen un ambiente relajante en medio de un impresionante paisaje natural.

En el camino hacia Porto Moniz, se puede hacer una parada en Seixal, una pequeña aldea conocida por su playa de guijarros y su cascada que cae directamente al mar. Este es un excelente lugar para relajarse, disfrutar del paisaje y tomar fotos del entorno idílico. La belleza natural de Seixal la convierte en un destino pintoresco.

La siguiente parada es Santana, famosa por sus tradicionales casas de paja, que son un símbolo de la arquitectura madeirense. Esta localidad ofrece la oportunidad de sumergirse en la cultura local y disfrutar de un entorno rural. Se pueden encontrar varios espacios donde conocer más sobre la vida y tradiciones en Madeira.

El último día concluye con una cena en Funchal, donde es posible degustar el ‘bolo do caco’, un pan de ajo típico de la isla. Este último paseo por la gastronomía local cierra con broche de oro la experiencia de tres días en Madeira, disfrutando de todo lo que la isla ofrece a sus visitantes.

Qué ver y hacer en Madeira en 5 días

Explorar Madeira durante cinco días brinda la oportunidad de sumergirse en su naturaleza, cultura y paisajes impresionantes. A continuación, se presentan los itinerarios diarios ideales para disfrutar al máximo de la isla.

Día 3: Centro de Madeira

El tercer día comienza con una emocionante caminata hacia el Pico Ruivo, el punto más alto de la isla. Esta ruta ofrece vistas espectaculares y la sensación de estar en la cima del mundo. La caminata es exigente, pero las panorámicas al llegar a la cima son absolutamente recompensantes. Desde aquí, se puede observar gran parte de Madeira, con sus montañas y valles que se extienden hasta donde alcanza la vista.

Después de la caminata, la siguiente parada es el bosque de Fanal. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está lleno de laurisilva, un tipo de vegetación única que ofrece una atmósfera casi mágica. Ideal para disfrutar de tranquilas caminatas por sus senderos sombreados y respirar el aire fresco del bosque. En Fanal, se pueden encontrar antiguos árboles que parecen sacados de un cuento de hadas, lo que convierte la visita en una experiencia inolvidable.

Para terminar el día, se sugiere pasar la noche en São Jorge, un encantador pueblo rural. Este lugar ofrece una oportunidad perfecta para descansar y disfrutar de la tranquilidad que caracteriza a Madeira. El ambiente rural se complementa con acogedores alojamientos y una gastronomía local única. La cena puede incluir platos típicos elaborados con ingredientes frescos de la isla, en un entorno que invita a la relajación.

Ponta de Sao Lourenco

Día 4: Este de Madeira

El cuarto día se centra en la península de Ponta de São Lourenço, famosa por sus impresionantes acantilados y vistas al océano. La caminata por esta zona es un deleite para los amantes de la naturaleza, ya que combina paisajes áridos con una rica flora endémica. Durante el recorrido, es posible avistar aves marinas y disfrutar de vistas panorámicas, creando un contacto directo con la belleza natural de Madeira.

Después de la caminata, el siguiente destino es Machico, donde se puede disfrutar de su playa de arena dorada. Este es el lugar ideal para relajarse y tomar un descanso a orillas del mar. Machico, también conocida por su rica historia, ofrece varios restaurantes y cafeterías donde disfrutar de una comida local, como el sabroso «espetada» (carne en brocheta).

El regreso a Funchal por la tarde permite disfrutar de una última cena en la capital de la isla. Es un momento ideal para degustar platos típicos y vinos de Madeira, celebrando el viaje con una cena que puede incluir opciones como el bacalao a la brasa o el famoso «bolo do caco», un pan de ajo delicioso. Esta experiencia gastronómica es perfecta para cerrar el día con broche de oro.

Cuevas de Sao Vicente, una de las mejores cosas que ver y hacer en Madeira

Día 5: Norte de Madeira

El último día se dedica a explorar el norte de Madeira. La primera parada será las cuevas de São Vicente, una fascinante formación volcánica que permite conocer más sobre la geología de la isla. En la visita, se pueden encontrar contenidos informativos sobre la creación de Madeira y su historia volcánica. Es un recorrido intrigante que combina ciencia y maravillas naturales.

Después de la visita a las cuevas, Ribeira da Janela aguarda con su espectacular paisaje costero. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de un momento de relajación, ya sea paseando por la playa o simplemente contemplando el impresionante paisaje de acantilados y mar. Este es un lugar perfecto para recargar energías antes de finalizar el viaje.

Para culminar el viaje, se regresa a Funchal para la última noche en la isla. Es el momento ideal para reflexionar sobre las vivencias y disfrutar de una cena que capture la esencia de Madeira. La oportunidad de degustar una tarta de frutas frescas, como el “queijada” o el “bolo de mel”, añade un toque dulce a la despedida. Esta última velada es el cierre perfecto de una experiencia inolvidable en Madeira.

Qué ver y hacer en Madeira en 7 días

Madeira es un destino de ensueño, ideal para explorar en profundidad. Con una semana completa, se pueden descubrir sus paisajes impresionantes, su rica cultura y disfrutar de actividades para todos los gustos.

Piscina natural de Ponta Gorda en Madeira

Día 3: Centro de Madeira (ampliado)

Este día se centra en el corazón de la isla. Con montañas majestuosas y senderos únicos, se tiene la oportunidad de sumergirse en la naturaleza de Madeira.

Con 1.818 metros de altitud, es el tercer pico más alto de Madeira y uno de los miradores más espectaculares de la isla. Su amanecer es legendario, con un mar de nubes que crea una vista inolvidable. Desde aquí, comienza una de las rutas de senderismo más impresionantes, la que conecta con el Pico Ruivo.

Una caminata corta pero llena de encanto que atraviesa la laurisilva hasta un espectacular mirador con vistas panorámicas al valle de Ribeiro Frio. Es perfecta para quienes buscan una experiencia en la naturaleza sin largas caminatas.

Para finalizar el día, se puede optar por alojarse en São Jorge, un pueblo rural. Este es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y la hospitalidad local. Hay varias opciones de alojamiento que ofrecen confort y la oportunidad de degustar la tradición gastronómica de la zona. Disfrutar de una cena con productos locales es una excelente manera de culminar la jornada.

Piscinas naturales Ponta Gorda, unas de las mejores en Madeira

Día 4: Recorrido por el Este

El cuarto día está destinado a descubrir la costa este de Madeira, donde la naturaleza se presenta en todo su esplendor.

Una ruta de senderismo sencilla y panorámica que conecta Machico con Caniçal, atravesando verdes paisajes montañosos y ofreciendo vistas espectaculares al océano Atlántico. Es una excelente alternativa a la más transitada Ponta de São Lourenço.

Un tranquilo pueblo costero conocido por su destilería de ron, donde se elabora el famoso aguardiente de caña de azúcar de Madeira. También es un lugar ideal para los amantes del surf y para disfrutar de la gastronomía local con vistas al mar.

Ubicado en la costa noreste, Faial es un pueblo con encanto rural y un mirador espectacular, el Miradouro do Guindaste, desde donde se pueden ver los acantilados y el Atlántico en todo su esplendor. Es una parada perfecta para quienes buscan paisajes auténticos sin multitudes.

Un mirador menos conocido pero con vistas impresionantes de Porto da Cruz y las montañas circundantes. Es una de las mejores paradas en una ruta en coche por el este de Madeira.

Día 5: Costa Oeste

El quinto día se centrará en la exploración de la costa oeste de Madeira, donde se encuentran algunas de las formaciones naturales más destacadas.

Fajã dos Padres es un rincón secreto de Madeira, accesible solo mediante teleférico o caminata. Este lugar ofrece una playa aislada y un entorno natural impresionante, ideal para descansar y desconectar. Se puede disfrutar de un almuerzo en uno de los restaurantes locales que sirven productos cultivados en la región, lo que hace de esta parada una experiencia gastronómica única.

Un pequeño pueblo costero que conserva su autenticidad y tranquilidad. Es muy popular entre los surfistas, pero también es perfecto para pasear por sus estrechas calles empedradas y relajarse junto al mar.

Otro pueblo con un ambiente relajado y una vibrante escena gastronómica. Es un excelente lugar para disfrutar de una cena con mariscos frescos mientras se contempla la puesta de sol sobre el Atlántico.

Vista de una playa de porto Santo

Día 6: Excursión a Porto Santo

El sexto día está diseñado para realizar una excursión a Porto Santo, una isla vecina famosa por sus largas playas de arena dorada.

Una vez en Porto Santo, la playa es el principal atractivo. Con más de 9 kilómetros de arena fina, es un lugar ideal para relajarse y disfrutar del sol. Se puede practicar deportes acuáticos o simplemente pasear por la orilla y absorber la belleza del paisaje. Hay varios bares y restaurantes a lo largo de la playa, donde se puede degustar deliciosos cócteles y platos de marisco fresco.

Día 7: Día Relax

El séptimo y último día se destina a la relajación, sumergiéndose en las tradiciones de bienestar de la isla.

Las piscinas naturales de Porto Moniz son una visita obligada. Formadas por lava, estas piscinas ofrecen un entorno único para nadar y descansar. Se puede disfrutar de sus aguas tranquilas y de las impresionantes vistas sobre el océano. En esta zona también hay saunas naturales, donde el vapor del agua caliente ofrece un respiro revitalizante.

La última actividad puede ser visitar el Jardín Tropical de Monte, un bello espacio donde se pueden observar diversas plantas y flores autóctonas de Madeira. Las vistas desde el jardín son espectaculares, ofreciendo una última mirada a la belleza natural de la isla. Es un cierre perfecto para una semana llena de aventuras y descubrimientos.

TIPS QUÉ VER Y HACER EN MADEIRA EN 3, 5 y 7 DÍAS

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